"Lo que ha pasado es que he perdido, eso es lo que ha pasado. Esto es deporte, al final se gana, se pierde. Yo hago otra reflexión, estar nueve años prácticamente llegando a la final de Montecarlo seguidos, ganando ocho, quizás lo ilógico es eso, no perder en unos cuartos de final".
"Para mí el número uno quizás nunca más será una motivación para mí o un objetivo. Lo que me hace más feliz es jugar los torneos y tener la sensación que puedo perder y ganar contra todos".

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